domingo, 13 de abril de 2014

Angie Jineth Quiroga Méndez







Él es Bromemi Degran tiene 21 años estudia artes por las tardes  en una universidad pública y trabajaba por las mañanas en la tienda de su mamá el vive en una ciudad llamada Nepe; era hijo único; en su casa solo se encontraba con su madre la cual era muy controladora y sobreprotectora que a pesar de él  ya ser mayor de edad  no lo dejaba salir a ningún lado solo; hasta  la universidad lo llevaba, supervisaba todo lo que hacía; pero como todos los jóvenes buscan un escape a lo que no les gusta y Bromemi no iba hacer la excepción él a cada cosa que su mamá le decía  le hacía o le impedía le sacaba escusas; debido al control de su mamá él es un hombre muy pero muy coqueto y sobretodo con las mujeres, durante su vida tuvo muchas novias  y toda su existencia ha tratado de romper las reglas; escaparse por las noches de su madre e irse a bailar con sus amigos, pelear con los profesores por no haber hecho trabajos, debido a  todo esto nunca ha podido tener una novia estable todas son por una noche, por un ratico o hay veces por una semana aunque esto es mucho; tal vez se puede decir que es una persona que siempre busca escapar de todo dificultades, responsabilidades, problemas, inconvenientes nunca les da la cara siempre huye de estos sin resolverlos por esto es que no dura con sus novias, no le gusta sentirse presionado.

Una noche de viernes Bromemi decidió escapar como ya lo hacía antes y se fue para una discoteca a bailar con sus amigos; como era de costumbre entre ellos siempre en una fiesta o “farra” (como le llamaban), se conseguían una chica y bailaban toda la noche con ella y depende de la muchacha se iban más lejos que bailar o darse besitos toda la noche; pero vaya que esta noche fue muy diferente a las demás precisamente esta  noche a Bromemi le habían dado unas ganas inmensas de hacer chichi nada raro por el momento, lo extraño era que en la casa donde estaban bailando o de “farra” el baño estaba dañado entonces les tocaba salir a orinar en la parte trasera de un edificio que se encontraba al pie de donde estaban ellos, y como son hombres pues obviamente no les quedaba difícil sacar su miembro y hacer chichi; vaya sorpresa la que se llevo Bromemi al ver que a pesar de que tenía unas ganas inmensas de   hacer pis no le salía nada; preocupado por esto Bromemi no pudo llegar más lejos con la chica con la que estaba aunque ella si quería pero por su nerviosismo esa noche a él no le sucedió nada.

Cada viernes que pasaba ya no era el día en que Bromemi estaba feliz debido a que desde la noche en que su miembro no le funciono ni para hacer chichi ni para llegar más lejos; no le volvió a funcionar por un largo tiempo; hasta que un día una muchacha muy bonita se le atravesó por el frente, y resultaba que era su nueva vecina  la cual era 2 años menor que él y ella tenía una hermana de la misma edad que Bromemi pero esta ya no era tan lida como su hermanita menor las cuales se llamaban Meforde la mayor y Xise la menor; la mayor era inteligente, cordial, amigable, pero no era nada bonita; en cambio la menor era  bruta,  hosca, pero era muy hermosa a los ojos de muchos hombres como Bromemi.

Un día Bromemi decidió hablarle a Xise pero ella muy groseramente lo esquivo y le dijo –ahora no tengo tiempo vete; él muy triste se fue y se encontró con Meforde quien muy cordialmente lo saludo pero él la ignoro; pero al momento se le desprendió una idea y pensó –si le hablo a Meforde podre acercarme a Xise y a si fue al cabo del tiempo, Bromemi fue interactuado mas con Meforde se volvieron muy buenos amigos y se fue olvidando de Xise; como él ya no salía los viernes por la noche  decidió arriesgarse y invito a salir a  Meforde y vaya maravilla que esa noche si pudo hacer chichi bien y lo hizo precisamente en la parte de atrás de un edificio porque los baños estaban ocupados; pero esa noche no paso nada con  Meforde mas que un beso aunque él quería que fuera más lejos pero ella era muy tímida; pero terminaron siendo novios oficiales.

Bromemi y Meforde llevaban 4 meses de novios él por primera vez se sentía muy contento con ella estaba empezando a creer que estaba enamorado; pero lo único terrible para   Bromemi era que no habían podido ir más lejos que un beso con   Meforde; él había algunos días que se lo insinuaba a ella pero  Meforde esquivaba el tema; hasta que una tarde Bromemi muy bravo porque estaba acostumbrado a tener relaciones muy rápido pero con  Meforde era diferente ella decía que no estaba preparada aun pero el  ese día le dijo muy grosero –yo quiero ¡ya! O esto se acaba y ella le respondió –pues bueno se acaba. Y lo dejo y se marcho. Al pasar de los días  Bromemi se sentía muy mal y fue a buscarla pero ella le dijo –que por favor se fuera y que no volviera nunca más. Todo esto lo llevo a reflexionar y a entender que la mejor manera de llevar la vida no es siendo rebelde y desobedeciendo a todo el mundo es tratar de vivirla bien con las personas que de verdad lo quieren, lo valoran y lo respetan.     


Angie Jineth Quiroga Méndez


   

No hay comentarios:

Publicar un comentario