RENATA
Mi
nombre es Renata tengo 25 años y si tuviera que describirme en una palabra
diría SENSUAL. Muchos moralistas podrían catalogar la sensualidad como un defecto pero en realidad no lo es o
por lo menos para mí, porque la sensualidad va de la mano con la inteligencia y
no es únicamente belleza y por lo tanto es una virtud.
Quisiera
iniciar describiéndome como una mujer inteligente, aunque para muchas personas
no sea más que una cara bonita y un cuerpo armonioso, pero en realidad me
considero mucho más que eso, me considero una persona intelectual y capaz de
lograr todo lo que me propongo.
Para que
me conozcan mejor y entiendan un poco mi personalidad voy a contarles mi
historia de vida. Soy hija
de un matrimonio antioqueño, mis padres se enamoraron muy jóvenes, querían una
familia numerosa pero soy hija única; mi padre hubiese preferido tener un hijo
varón que dejara en alto el nombre de la familia en vez de una niña, a diferencia
de mi madre que solo quería tener un hijo o hija sano que llegara a ser una
gran persona.
Nací el
15 de septiembre 1988 en la ciudad de Medellín, pero al año de mi nacimiento la
empresa textil de mis padres callo en banca rota, así que decidieron probar suerte en Bogotá, allí montaron un
pequeño negocio de telas con unos cuantos ahorros, y con los ingresos que este
generaba logramos tener una vida medianamente cómoda. Desde
muy pequeña mi papa me enseño matemática básica para que aprendiera a llevar la contabilidad del negocio y tal
vez fue por esto que me apasione por los números y me enamore del dinero.
En el
colegio era una alumna sobresaliente, todo el mundo decía que era muy
inteligente y que si seguía así llegaría muy lejos, pero al parecer esto no les
gustaba mucho a mis compañeros porque
siempre los estaban comparando con migo, cosa que les disgustaba de sobremanera
a los niños por que no podían tolerar la idea de que una niña fuera más
inteligente que ellos, por otro lado las niñas sentían cierta envidia por mí,
decían que yo era muy creída y pensaba que era muy linda por lo que no desaprovechaban
oportunidad para sabotearme .A medida que fui creciendo me di cuenta que no era
que me creyera bonita si no que en verdad lo era, y que el ser
notablemente inteligente me generaría
competencia en todo momento, así que
opte por interiorizar más mi inteligencia y lucir más esa belleza física que
poseía, y funciono por que mejore las relaciones con las chicas y los muchachos
ya no me veían como una rival si no como mujer.
Ala edad
de 15 años tuve mi primer novio oficial, era una relación perfecta o al menos
eso era lo que yo creía, duramos alrededor de un año de novios, yo estaba
profundamente enamorada de él, pero el de mi amiga. Cuando me entere de esto mi
vida se vino abajo, todos los sueños y planes que teníamos armados se
desvanecieron junto con todos mi
sentimientos. Pero fue entonces cuando decidí no derrumbarme y jure nunca más
volverme a enamorar, ni creer en el amor, saque a relucir toda mi sensualidad y
me convertí en una mujer fría y seductora.
A los 17
años entre a la universidad a estudiar administración de empresas, aunque estuve a punto de desertar por que no podía
costearme todos los gastos y la ayuda que recibía de mis padres era mínima, pero en vez de
desertar decidí hacer uso de mi inteligencia y mi belleza para seducir a hombres y cobrarles por mi
compañía. Fue así como logre pagarme todos mis estudios universitarios y darme
uno que otro lujo de vez en cuando.
Cuando
me gradué como profesional, no me fue difícil conseguir un buen empleo, a
diferencia de muchos de mis compañeros, porque bastaba con coquetear un poco en
la entrevista para obtener el cargo.
Actualmente
laboro en una multinacional, tengo casa y carro propio además de una buena
estabilidad económica, no dependo de nadie
porque soy totalmente independiente.
No está
dentro de mis planes casarme y formar una familia pero seguramente si conozco
al hombre indicado que no se deje seducir fácilmente por mi apariencia, que no
le dé importancia a mi pasado y valore más mi inteligencia que mi hermosura,
podre formar un lindo hogar.
Mayra
Alejandra Barreto García
En una sociedad tan hipersexualizada como en la que vivimos es imposible negar que las mujeres en algunas ocasiones necesitamos valernos de nuestra imagen para mejorar nuestras oportunidades de éxito, sobretodo mas que el sexo masculino.
ResponderEliminarY no esta mal sentirnos bellas, sexys o seductoras, esos son sin duda rasgos de un autoestima sano.
Pero hay que preguntarnos ¿Si no viviéramos en una sociedad tan hipersexualizada y sexista, seria la belleza superficial una clave del éxito? ¿Es una prueba mas de que todavía no existe una equidad de genero real y de que todavía vemos a través de un techo de cristal?
Atte.
Santa Magdalena Mercado Ibarra - Instituto Tecnológico de Sonora, México