Mi
nombre es victoria cruz tengo 20 años quiero relatarles un hecho muy
significativo en mi vida con el cual pude llegar a comprender la subordinación
que tuve como mujer frente a los hombres.
Sebastián
era la persona con la cual yo soñaba compartir los mejores momentos de mi vida
a quien quería hacer feliz y brindarle lo mejor de mí cuando abrí los ojos y me
di cuenta que no estaba viviendo el cuento de hadas que yo me invente y toque
fondo a la realidad me di cuenta de la inferioridad a la que estaba sometida.
Todo
empezó cuando nos fuimos a vivir juntos y quise trabajar él se puso de muy
malgenio y me decía que las mujeres eran para estar en la casa, haciendo los
quehaceres. Ese día realmente me sentí incompetente y des menorizada,
subliminada la verdad yo no le proteste
nada en este momento digo que ese fue mi gran error al dejarme convertirme en
la marioneta de él.
Ojalá
hubiese sido solo ese hecho, pero no fueron tantas cosas que más adelante que
me hicieron arrepentirme de no haber tenido el carácter necesario para decir
basta después de un tiempo decidí acabar la relación y dejar atrás mis
sentimientos aunque esto en realidad me estaba acabando porque era la persona
que realmente quería al alejarme de él. Alrededor de 2años me di una nueva
oportunidad con Cristian él era realmente una persona sencilla y comprendedora
pero al momento de que Sebastián se enteró de esta nueva relación que yo tenía
dijo que yo era una mala persona que yo
lo había dejado por él y que hace mucho él y yo ya teníamos esa relación en ese
momento todos empezaron a juzgarme y
decir que yo era una desvergonzada y el quedo como si hubiera sido lo mejor y
no hubiera cometido errores sabiendo que fue por el que todo se acabó si
obviamente yo no soy la mejor perfecta y tengo errores como toda persona humana
pero también una dignidad que no dejare sea aplastada por un hombre.
Esta es mi historia y con ella quiero que todas
las mujeres comprendan que toda persona brilla por luz propia si hay cosas que
realmente duelen y que amamos en serio y que son sentimientos profundos, muchos
llenos de dolor como de felicidad pero no podemos quedar subliminadas hacia los
hombres por que todos somos seres humanos con la misma capacidad de razonar y
salir adelante.
Mi
subordinación frente a un hombre por amor, pero tengamos presente que no es la
única se puede presentar en muchas ocasiones y situaciones no dejemos que esto
pase…
Laura Andrea Montoya
Núñez
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